Circunstancias históricas determinaron la presencia del arte en la industria y en todo cuanto fuera a formar parte del espacio humano, surge la conciencia de una necesidad que quizás siempre existió: Diseñar

En el caso particular de las sillas, este ha sido uno de los elementos en los cuales el concepto de diseño se puede rastrear con cierta sistematicidad, nombres, estilos y discursos particulares se han inscrito en estos objetos que los han hecho distintivos, emblemáticos y hasta arquetípicos, pero el diseño también se proyecta en la medida en que puede diversificarse y socializarse.

El futuro que prevé y para el cual trabaja el Estado cubano, que se caracteriza por darle un gran valor a la cultura y a la ciencia, no se concibe sin un alto nivel del diseño.

Lo que puede apreciarse en estos diseños, es un mueble perfectamente cubano, no es un taburete, pero tiene la esencia de lo cubano.

Poner a vista el Diseño que se hace en nuestra Isla es una tarea difícil, pero inaplazable. El entorno mejor diseñado que debería acompañar un proyecto como el nuestro no debe seguir esperando. El Diseño deberá elevar su protagonismo e incluso, convertirse en una actividad decisiva, estratégica y comprometida con el cambio.

Muchos piensan que en Cuba no hay buenos diseñadores, pero cuando ves estas propuestas, te das cuenta que sí, y además, con una excelente expresión artística.
